VICTORIA ¿PERFECTA?
No pretendo contradecir al Presidente Chávez. Sin embargo, sí creo que el término Victoria Perfecta pudiera ser flojamente interpretado por camaradas que han celebrado por todo lo alto el triunfo del proyecto socialista en las recientes elecciones del 7 de octubre. La opinión oficial ha apuntado principalmente a desmontar las matrices mediáticas reaccionarias, lo cual no es malo, pero la realidad es que el resultado del 7-O podría convertirse en un arma de doble filo no sólo para la oposición sino también para la Revolución. Confiar plenamente en el resultado obtenido sería convertir la victoria perfecta en un síndrome que podría costarnos caro. Tan caro como el triunfalismo preelectoral podría ser el síndrome de la victoria perfecta postelectoral, esto es, creer que por haber ganado en 22 de 24 estados, esas 22 gobernaciones están ya seguras para las elecciones de diciembre.
Si hay algo de victoria perfecta en el triunfo del 7-O fue que se hizo de manera limpia, con un récord histórico de reducción de la abstención. Pero queríamos que fuera perfecta la ventaja, no lo olvidemos, y la ventaja no ha sido tan abultada como estimaban las encuestadoras más optimistas. La brecha de la victoria no ha sido ni siquiera cercana al 20%, sino apenas de un 12%... Ahora sí que debemos abrir brecha, compañeros… Es inocente celebrar los dos dígitos de ventaja cuando sabemos que 12% significa sólo 1.654.000 votos, lo cual implica que la ventaja se la debemos a menos del 11% de los 15 millones de personas que votan en total.
La verdad es que si bien el chavismo creció de 2006 a 2012 una cantidad aproximada de 1.000.000 de votos a nivel nacional, la oposición nos dobló en crecimiento, con casi 2.000.000 de votos más, en comparación con lo que lograron en 2006. Triunfó, pues, su atroz ventajismo mediático internacional utilizando plataformas no reguladas (páginas de internet de todo tipo, redes sociales, mensajería de texto). Esto explica por qué en la gran mayoría de los estados vemos una reducción alarmante del porcentaje de nuestra ventaja en comparación con la ventaja obtenida en 2006.
Es obligante no confiarnos, sobre todo acá en Miranda, donde el chavismo ganó con menos de medio punto de ventaja (0,46%). La oposición ha burlado los resultados de sus elecciones Primarias del 12F, y el candidato a la gobernación será el mismo ahora excandidato a la presidencia. Quieren “jugar seguro”, saben que Radonsky, impuesto como una moda, lidera y une a la gran mayoría de la oposición hoy, al menos por este año, y harán todo lo posible por seguir en el poder, aunque sea en la gobernación, por lo tanto han relegado a Ocariz a seguir optando por el Municipio Sucre y han sacado del juego al tonto útil de Caldera. Y hablando del Municipio Sucre, es necesario que sepamos que buena parte de los votos que influyen a nivel nacional para subir los números de la oposición en casi 135.000 votantes, están en una sola parroquia de este municipio: Petare… Lo que ellos llaman el “este del este”… Allí está el hueso duro de roer, porque allí en 2006 triunfamos 112mil contra 96mil votos, y ahora hemos perdido 116mil contra una cantidad abrumadora de 133mil votos, ejemplo grandilocuente de lo explicado en el párrafo anterior.
Creo que para una verdadera “victoria perfecta” en 2019 necesitaremos corregir varias cosas. Chávez ha dicho que quiere ser un mejor presidente. Nosotros también debemos ser mejores revolucionarios, o el fin de esta revolución llegará en ese momento, sobre todo si se mantiene por matemática simple la tendencia de hoy y si seguimos permitiendo el burocratismo, la ineficiencia, el aletargamiento, el triunfalismo, los infiltrados, el saboteo, la desidia, el sectarismo, la desmotivación y demás vicios que nos aquejaron durante los últimos 6 años. Ello nos llevaría dentro de 6 años más a un 50-50 peligrosísimo. ¿Profeta del desastre? Ojalá sólo sea eso. Créanme que es lo que prefiero ser en este momento. Sólo sé que trataré de ser un mejor revolucionario para que eso no ocurra.
Isaac Morales Fernández
Santa Teresa del Tuy, 12 de octubre de 2012
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