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SISTEMA NACIONAL DE IMPRENTAS SEDE MIRANDA

Este sistema, cuyas siglas bien pudieran ser “Sinaí”, sagrado monte gestante de la palabra salvadora (y recordemos que la voz del pueblo es la voz de Dios), llegó en el Estado Miranda a su punto tal vez más estratégico para la revolución cultural. Santa Teresa del Tuy, ubicada geopolíticamente justo en el centro de la entidad, nunca tuvo en su historia de casi trescientos años la presencia de una imprenta que produjera libros. Muchas tipografías, litografías y cosas parecidas, pero nunca una imprenta para libros. Ese bemol en la historia cultural de este pueblo fue uno de los eternos causantes de cierto “retardatarismo”, por no decir atraso intelectual. No sólo Santa Teresa del Tuy, sino los seis municipios de los Valles del Tuy, fueron así víctimas de las pésimas políticas culturales y editoriales de los gobiernos del siglo XX. Ausencia casi total de librerías serias, baja actividad lectora y literaria, escritores tristemente ingenuos por no decir bochornosamente desenterados de la actividad literaria en otros centros culturales-literarios álgidos del país. Excesiva distancia tiempo-espacial de la ciudad capital estadal, Los Teques… En fin, un triste panorama en todos estos pueblos en cuanto a libro y lectura que los hizo nacer sin alma, como golems. 
Todo eso comenzó a cambiar durante 2007 cuando coincidieron cuatro grandes eventos culturales promovidos el Ministerio del P.P. para la Cultura: el Festival Mundial de Poesía, la Feria Internacional del Libro, El Foro nacional sobre el libro en la construcción del Socialismo del siglo XXI, y, por supuesto, la llegada de la Imprenta del “Sinaí” de la Editorial El perro y la rana. Los tres primeros fueron eventos momentáneos, pero la imprenta se mantiene, ya durante tres años cumplidos justo en agosto si contamos desde la fecha de su primera publicación, como punta de lanza de la revolución cultural que vive nuestro pueblo. Hace exactamente tres años se publicó la inaugural Antología de poetas de los Valles del Tuy, luego, en septiembre, se editó la antología del 4to Festival Mundial de Poesía Sede Miranda; en noviembre la reedición del incunable Historia de la música contemporánea en Santa Lucía. Tomo I. 1892-1987 del cronista de esa población Juan Ramón Ávila; en diciembre el libro de cuentos Sotanas en azufre de Martín Antonio Girón, un escritor que llegó inédito a sus cincuenta años de edad. Los cuatro primeros libros causaron gran satisfacción en los pueblos del Tuy. Se accionaba un movimiento, una vibración de alma colectiva en pro del libro como nunca antes se vio por estas latitudes. Se fueron sumando los escritores de todas partes del estado, la mayoría inéditos durante años de trayectoria. El 2008 trajo al mundo, desde este Monte Sinaí los libros Te busco en las sombras, poemario en prosa de la guatopeña Angélica Aguilar; Trasposiciones, poemario de Ulises Orellano, gran poeta que llegó inédito a sus cuarenta; la reedición del incunable de 1951 Retazos. Microbiografía de Ocumare del Tuy del fallecido cronista Narciso Rodríguez Guevara; y así Tuqueque enamorado de María M. González, Manual de supervivencia en la tierra de Leopoldo A. Cook, Origen y evolución de Guarenas, Guatire y Araira de Angelina Citty Pittol, Santa Teresa del Tuy. Cronología de Jesús Silva Irazábal, Antología poética y gráfica de Elsa Morales, Sueños dorados, poesía infantil de la señora Gladys Muñoz de Ramos (¡su primer libro a más de setenta años de edad!) y Peomas Frank Fernández. 

Así pues, 2009 nos trae otras satisfacciones, aumentando el reconocimiento de los pueblos mirandinos que han logrado ver en esta imprenta un aliado de sus publicaciones periódicas de estudiantes de las diferentes Misiones educativas, de consejos comunales, de escuelas y liceos, y los libros Recopilación de teatro infantil y popular de Edgar Loreto, Hasta que el recuerdo lo permita de José Javier Sánchez, Caretas del abismo de la talentosa adolescente Michelle Antoine, una maravillosa Antología de cuentos de liceístas tereseños, el libro Diario y textos varios de un importante cultor y teatrero tereseño, José Franquiz Orta, que falleció a sus cuarenta y nueve años de edad sin poder ver su obra publicada, todo esto entre muchos otros libros que están ya en las Librerías del Sur de todo el país como huella incuestionable de que al Estado Miranda, a los Valles del Tuy, a Santa Teresa del Tuy, llegó la revolución de lo cultural, recibiendo siempre el apoyo de estas comunidades que tuvieron por décadas tanta falta de estímulo a la vida, de estímulo al crecimiento intelectual y espiritual; necesitados no, ¡urgidos! de libros, de publicaciones en las cuales expresarse, verse reflejados, encontrarse, conocerse, reconocerse… Es que la imprenta es la artillería indestructible del pensamiento revolucionario que le ha dado la palabra del pueblo al pueblo.

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