En la página web derechista
Prodavinci.com, el Lcdo. (por la UCV), Ph.D. en Ciencias Políticas (por la
Universidad de Columbia, EEUU) y profesor del IESA, Michael Penfold, ha
publicado recientemente un artículo titulado “Los nuevos dilemas del Referendo
Revocatorio: una verdadera tragedia griega”. El artículo intenta plantear una
visión sumamente pragmática, mecanicista y funcionalista de la política, que
poco tiene que ver con un proceso político en transformación como el que
vivimos (a tropiezos pero sin dejar de avanzar) y está más emparentado con esa
visión politiquera gringa del control del poder por el poder mismo y la
manipulación de realidades y conceptos en favor de una visión que busca
precisamente despolitizar la opinión pública, empujándola hacia el oportunismo,
el facilismo y, por supuesto, el borronazo sobre las diferencias de clase.
Tiene buenas artimañas teóricas este “politólogo”, pero me sirvo de este espacio
para complacerlo (después de todo este tipo de egos disfrutan llamar la
atención) y además desmontarle ciertas ideas equivocadas que tiene y así
mostrarle las contradicciones a sus potenciales lectores:
El título del artículo pretende
hacer una analogía entre una “tragedia griega” y la realidad venezolana.
Primero que todo entendemos que “tragedia griega” es un decir común de la gente
para referirse a cualquier situación difícil, sin embargo, este Ph.D. debería
saber que el personaje de la mitología griega que él utiliza (manipula) para su
rebuscada explicación no es un personaje trágico. Odiseo, o Ulises como se le
conoce por tradición romana, es precisamente uno de los poquísimos héroes no
trágicos de la mitología griega. Tan es así que en los textos literarios más
conocidos sobre el personaje, como la Odisea precisamente, es un personaje que
no muere trágicamente, y que más bien logra sortear todas las dificultades.
Odiseo no protagoniza ninguna de las obras trágicas de los dramaturgos griegos
del siglo V a.C. Por lo tanto el término “tragedia griega” está usado
incorrectamente (para tratarse de un profesional con posgrado en el exterior) o
tal vez sea Odiseo el que está manipulado indebidamente. En todo caso, en su
analogía, si Odiseo es el pueblo y el Consejo Nacional Electoral es Poseidón,
¿nos está diciendo que el CNE sólo quiere que suframos? Si se trata de un
mensaje subliminal, debo decir que no es tan subliminal. ¿Odiseo es la
oposición? Allí resulta casi una comparación cómica porque ciertamente estamos
hablando de una oposición que busca regresar a ostentar un poder que ellos
consideran como suyo, robado, de su propiedad privada. La oposición se estaría
asumiendo entonces como ese rey de Ítaca que regresa para reclamar su poder
monárquico, y asesinará a quien sea de manera magistral para lograrlo. ¡Ups!
Creo que los delaté. Pero por favor, recordemos que Odiseo es un personaje muy
especial para la cultura occidental, que nos enseña muchas cosas, nada que ver
con el neoliberalismo entronizado en las venas de la Derecha venezolana. Eso lo
rescato yo como lector antes que cualquier sabiondo de las filas reaccionarias.
Odiseo es ante todo la humildad, el autocontrol y el autoconocimiento, no la
soberbia, el descontrol y la alienación de la Derecha.
Por otro lado, Penfold plantea
que las decisiones del CNE están políticamente sesgadas. Pero notemos varias
cosas que él omite:
1) Nada dice Penfold de la
cantidad tremenda de irregularidades en la recolección del 1% de las firmas
recogidas por los derechistas para solicitar el revocatorio. Las firmas de
muertos, menores de edad, inhabilitados, reos y de personas que simplemente no
fueron jamás a firmar en realidad, que en total suman unas 10 mil firmas
fraudulentas, entre los 600 mil y pico de registros defectuosos, por los que
los revolucionarios y las personas afectadas están pidiendo investigación,
justicia y penalización para los culpables de esos actos ilícitos.
2) Nada dice Penfold de la
ventaja electoral que implica para la Oposición venezolana el hecho de que, si
al actual Presidente Nicolás Maduro se le eligió con el voto a favor de más de
7 millones y medio de venezolanos en un solo día, a esa misma Oposición se le
está permitiendo convocar ese revocatorio con un 20% apenas del electorado,
casi 3 millones 900 mil votantes, durante tres días (26, 27 y 28 de octubre).
Es decir, que una cantidad de personas que apenas rebasa la mitad de las que
votaron por Maduro en un día, tendrán la oportunidad de solicitar su
revocatorio durante tres días… Es como si en un partido de fútbol, un equipo
contara con sus dos tiempos de 45 minutos para anotar goles mientras el otro
equipo contara con seis tiempos… Como si en un juego de beisbol un equipo
contara con 9 innings y el otro con 36… ¡Qué mantequilla! Como se dice
popularmente. Si quieren más democracia tendrán que buscarla fuera de este
planeta, porque en este no hay una democracia más permisiva que esta. Es casi
ridículo.
3) Nada dice Penfold de todas las
fuentes que se pueden consultar en la página web del CNE en donde todas las
personas interesadas en conocer el tema con una profundidad medianamente seria,
pueden leer y enterarse de todos los pasos y procesos que deben cumplirse según
el reglamento del ente comicial. Allí mismo puede cualquier persona evaluar un
cuadro comparativo con los procesos refrendarios anteriores, en donde siempre
se ha tomado un mínimo de un año para llevar a cabo en Referendo. La Derecha
pretende hacer creer al pueblo que un Referendo se puede solicitar y ejecutar
de una día para otro, soplar y hacer botella, pero no es así. Basta con entrar
en la página del CNE y verá el lector en primer lugar dicho material
comparativo con el título “Exposición al país sobre Solicitud de Referendo
Revocatorio Presidencial”. Igualmente, sería bueno que el señor Penfold
consultara como fuentes primarias para argumentar su opinión los artículos
noticiosos “CNE aprobó cronograma para recolección del 20% de solicitudes para
activar referendo revocatorio” y “Auditado Registro Electoral para recolección
de manifestaciones de voluntad”. Están allí mismo en la página del CNE, sin
buscar mucho.
4) Penfold habla de manera
concluyente sobre una “realidad que impone el contrincante”, para inducirnos a
creer que el proceso para el referendo se está llevando a cabo de manera
subjetiva, pero entonces nosotros, a la luz del conocimiento objetivo que nos
podemos hacer consultando las fuentes directamente, haciendo análisis
comparativos, y además conociendo de literatura griega, para variar, en vez de
estar opinando con el estómago en vez de hacerlo con el cerebro, que ese contrincante
que la Oposición venezolana se encuentra no es otro que las leyes y reglamentos
que rigen los procesos políticos y electorales de Venezuela. Procesos que han
sido auditados, observados y aprobados a nivel internacional, en donde
instituciones de los más variados países han evidenciado transparencia y
veracidad.
Para finalizar, sería prudente y
honroso que Michael Penfold enfocara sus “análisis críticos” en el hecho de que
en ese país donde él hizo su Ph.D. no existe la figura del referendo revocatorio/aprobatorio,
el voto popular es indirecto, el régimen gubernamental no es presidencialista,
y tienen una constitución viejísima de más de un siglo de arcaicidad. Eso sí
que es estar entre un monstruo demócrata y un remolino republicano, digno para analizar,
porque allí si es verdad que el pueblo estadounidense “no tiene para dónde
coger”.
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